Veo veo » país vasco http://ikusimakusi.eus/2007-2015/es Sun, 10 Jan 2016 13:05:33 +0000 es-ES hourly 1 http://wordpress.org/?v=3.9 Versolarismo libre http://ikusimakusi.eus/2007-2015/es/2009/versolarismo-libre/ http://ikusimakusi.eus/2007-2015/es/2009/versolarismo-libre/#comments Sun, 15 Mar 2009 18:52:23 +0000 http://www.ikusimakusi.eus/2007-2015/es/2009/versolarismo-libre/ Leer más →]]> Debido a los efectos de las nuevas tecnologías, multitud de áreas de la creación humana (música, literatura, prensa escrita, etc.) necesitan urgentemente un análisis y una revisión. También debemos reflexionar sobre el versolarismo vasco. Tras una ojeada, he visto con sorpresa que nuestro viejo versolarismo está muy bien preparado para adaptarse a las nuevas tecnologías. Al igual que existe el software libre, la enciclopedia libre y la música libre, también existe el versolarismo libre. No sólo eso, se puede decir que el único versolarismo que existe es libre.

El versolarismo, a diferencia de otros tipos de música, se ha mantenido lejos de la rueda loca de los beneficios económicos y esto, por suerte, ha provocado que siga manteniendo su carácter original. Cuando debido a la digitalización de la información, la creación intelectual está volviendo a convertirse en un servicio en lugar de un producto, todo son ventajas para el versolarismo que se ha mantenido fiel a sus raíces.

bertsolaria
Unai Iturriaga creando un verso
Imagen original: Mimentza (CC BY 2.0)

Versolarismo y cocina

El versolarismo y la cocina se parecen. Al menos yo les encuentro mucho parecido. El cocinero, nada más preparar el plato lo lleva a la mesa. El versolari, nada más crear el verso lo canta. El cocinero trabaja en función de las peticiones que recibe (dos ensaladas tropicales, un plato de alubias y un risotto), al igual que el versolari (tres versos tipo zortziko handia sobre la crisis económica). El cocinero debe utilizar los ingredientes de los que dispone cada día (de pescado del día, merluza), al igual que el versolari (el versolari anterior me llama calvo y yo le respondo que Mikel Laboa también lo era). Hay cantidad de similitudes entre los dos.

Mi poesía es muy barata, la cogí gratis de la boca del pueblo y gratis se la doy al oído del pueblo.

Pero el versolarismo también tiene mucho en común con la forma más extendida de hacer música: cantar frente a un público, utilizar micrófonos y altavoces, etc. Aunque también existen diferencias palpables. La mayoría de los músicos publican CDs con sus canciones grabadas y tratan de vender el mayor número de copias. Antes no era así. Tal y como decía Gabriel Aresti: “Mi poesía es muy barata, la cogí gratis de la boca del pueblo y gratis se la doy al oído del pueblo”.

Los múscos de hoy en día también ofrecen conciertos, aunque para las compañías discográficas que poseen los derechos de explotación de esa música, los conciertos no son más que un método para vender más discos. Cuando se publica el disco, es decir, cuando sale a la calle el producto, los conciertos no son más que una tarea de promoción más de la campaña publicitaria.

A diferencia de los músicos, los cocineros no cobran por cada copia que se hace de sus recetas

Los versolaris en cambio, suelen ir de plaza en plaza cantando con otros versolaris, al igual que los músicos originariamente. Si algún/a oyente retiene alguno de sus versos, el versolari se alegra y se enorgullece, igual que un cocinero cuando le preguntan la receta de alguno de sus platos. No hay nada más gratificante que algo hecho por ti, sea identificado por otra persona como algo propio. A diferencia de los músicos, los cocineros no cobran por cada copia que se hace de sus recetas. Muy al contrario, mantienen una especie de conversación con el resto de cocineros, tratando de darle a cada nueva receta una vuelta adicional. Los versolaris hacen lo mismo, puesto que al fin y al cabo, el versolarismo es una conversación creativa y los versos son pinchos que se crean para el disfrute de todos. Por tanto, el versolarismo es libre, al igual que la cocina.

Los derechos de autor de los versos

El verso nace libre de la boca del versolari y así debe seguir siendo si no queremos que el versolarismo muera ahogado. De hecho, si los versolaris hicieran como otros muchos músicos y comenzasen a explotar los derechos de autor, surgirían abundantes problemas. Las melodías y las medidas que se utilizan en los versos se cogen de versos más antiguos. Cuando dos versolaris cantan, a la idea que suelta uno, el siguiente le da su toque, tratando de darle una vuelta más. Podríamos decir que un versolari coge la mitad del verso anterior y crea la mitad del siguiente.

Por si esto fuera poco, también están los/las gai-jartzailes, los que ponen los temas en las sesiones de versos. Y nadie puede negar que para lograr una buena sesión de versos, además de que los versolaris hagan un buen trabajo, es importante que el/la gai-jartzaile también atine con sus labores. El/la gai-jartzaile no sólo decide quienes cantarán y cuando, sino también qué temas se desarrollarán, con cuantos versos, con qué medidas, qué personaje será cada versolari, las situaciones en las que se encuentran y en algunos casos incluso las rimas que se deben utilizar. Cuando un versolari crea un verso, hace su trabajo creativo a partir del material del que dispone (sobre todo las indicaciones que le da el/la gai-jartzaile y lo dicho por el anterior versolari) y trata de crear sorpresa y hacer disfrutar a los oyentes.

La aportación que hace la persona que crea el verso es innegable, pero no se pueden dejar de lado todos los demás componentes que intervienen en una sesión de versos. Un último ejemplo para mostrar que la gestión de derechos de autor, al menos en lo que se refiere al versolarismo, no tiene sentido: en una sesión de versos no es extraño que un mismo verso lo improvisen una pareja de versolaris o todo un grupo, creando cada uno una línea del mismo. Teniendo en cuenta que en una sesión de versos intervienen todo un grupo de versolaris y los gai-jartzailes, hoy en día, el versolarismo vasco es algo ingestionable por la SGAE y las asociaciones de derechos de autor similares. Algo que no merece la pena ser gestionado. Y en mi opinión eso es algo que beneficia al versolarismo, porque nos conviene mantenernos fuera de la rueda de la explotación de los derechos de autor.

Nuevas tecnologías

El versolarismo tienes sus plazas y sus escenarios también en Internet: bertsoa.com, bertsozale.com, bertsoplaza.tv, botasarean.biz, gpuntua.com, etc. Allí se puede encontrar muchas información: fichas sobre los versolaris, información sobre las competiciones, bases de datos de versos, transcripciones de los clásicos, foros, etc. Pero no sólo eso. Siguiendo el ánimo que tiene el versolarimos por ser difundido, podemos ver y escuchar vídeos y audios de cada vez más versos. Y cuando se celebran competiciones, si no puedes desplazarte al lugar correspondiente, no te preocupes, porque tienes la opción de escuchar a los versolaris en directo a través de Internet. A decir verdad, hay gran cantidad de información, suficiente como para cubrir las necesidades de la mayoría de los aficionados.

Para reforzar ese carácter libre que tiene el versolarismo, estas webs deberían dejar de lado el copyright restrictivo y utilizar una licencia libre

Aunque teniendo en cuenta que estamos en la era de la llamada web 2.0, yo echo en falta un par de cosas. Por ejemplo, ofrecer los audios y los videos grabados en formato podcast. Es un cambio muy pequeño y permite difundir más los contenidos. Y en caso de recopilar demasiada información en una web, se pueden utilizar las redes P2P, para que los aficionados al versolarismo ayuden a difundir los contenidos. Otro ejemplo es permitir a los seguidores que hagan transcripciones de los versos colaborativamente en un wiki. Como se puede ver, aunque se ha realizado un trabajo abundante y elegante, ahora, a través de la web 2.0, los versolaris, las escuelas de versolaris y los aficionados pueden unirse para imprimir más fuerza al versolarismo.

Pero sobre todo hecho una cosa en falta en todas estos sitios web mencionados: en mi opinión, para reforzar ese carácter libre que he tratado de explicar que tiene el versolarismo, para reivindicarlo con orgullo a los cuantro vientos, estas webs deberían dejar de lado el copyright restrictivo y utilizar una licencia libre. Por ejemplo la licencia GNU FDL que utiliza Wikipedia. O la licencia Creative Commons Reconocimiento 3.0 que cada vez más gente utiliza.

Esta decisión va en comunión con la forma de ser del propio versolarismo y en comparación con otros sectores, el versolarismo vasco está en situación de ventaja. No dejemos escapar esta oportunidad, porque no tenemos casi nada que perder (cambiarían muy pocas cosas) y bastante que ganar (se abrirían nuevas posibilidades y serían más factibles iniciativas innovadoras que beneficien al versolarismo). A ver si la Asociación de Versolaris comienza a estudiar este tema…

Publicación: La versión en euskara de este artículo la redacté para el suplemento GAUR8 que el diario GARA publica los sábados y vió la luz en dicho medio el 6 de diciembre de 2008.

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